En la comunicación, las intenciones orales condicionan la forma en cómo se recibe el mensaje; pero depende mucho del objetivo con el que este sea emitido.
Si lo que se quiere transmitir es seguridad, confianza y credibilidad, el mensaje no podrá sonar automático, recitado y mecánico. Existen infinitas posibilidades de decir un mismo texto o una misma idea sin tener que retractarse de lo dicho, la diferencia, radica en las maneras de decirlo, el resultado siempre será el impacto que se genere en quien lo esté escuchando.
- Piensa en una frase —preferiblemente que haga parte de un discurso propio— y dila en voz alta.
- Escucha las siguientes canciones y trata de identificarlas con una emoción o sensación.
3. Di la misma frase en voz alta teniendo en cuenta emociones que identificaste en cada canción.
4. Registra de manera escrita las diferencias que identificaste en tu cuerpo y en tu voz al hacer el ejercicio.
Repite el ejercicio con tu canción favorita.
Realizar este ejercicio regularmente te permitirá ir encontrando los tonos y matices de un discurso particular, pruébalo con tus propias canciones y melodías.